Sígueme

Siguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¿De dónde eres?

Realmente cuando alguien me hace esta pregunta, no dudo en responder que soy de Galicia, siempre y cuando la pregunta me la hagan dentro de esa piel de toro, conocida con el nombre de España, puesto que cuando nos la hacen en otra porción de tierra responderé que soy español. ¿A dónde quiero llegar con esto? La respuesta es sencilla y es que, recordando una frase de una canción de cuyo título no recuerdo, pero para aquellos que seguís el blog, seguramente os podreis hacer una ligera idea del género musical que tengo en la cabeza. La frase en cuestión "mamá naturaleza dijo, coge lo que quieras y tú, dibujaste fronteras"; hace sentirme totalmente identificado con esta idea.

¿De dónde soy? eso no importa realmente, pertenezco a este mundo, no soy de ningún sitio, si bien puedo afirmar que soy gallego o bien puedo decir que uno no es de donde nace si no de donde pace. Conclusión, desde mi punto de vista afirmar que soy un nómada sería la mejor de las respuestas.

Hay gente que tiene una mentalidad totalmente opuesta, la respeto completamente, por supuesto, pero creo que con ese modo de vida no alcanzaría la felicidad. Hipoteca, créditos o indefinido no son términos que se apliquen a mi filosofía de vida, simplemente, tal y como comenta Emilio Duró en su discurso sobre el optimismo y la ilusión, es imposible ser feliz si haces durante 30 años lo mismo.

La felicidad es algo que toda persona debería buscar, pero no tanto en el sentido de vida occidental, en el cual la felicidad es un estado pasajero, un estado de ánimo, si no más en la mentalidad oriental, dónde la felicidad se concibe como una cualidad, producto de un estado de armonía interna que se manifiesta como un sentimiento de bienestar que perdura en el tiempo. Desde la filosofía que mi familia, amigos y experiencias me han dado durante mi corta vida, he desarrollado la creencia de que lo importante en esta vida es ser feliz y más vale vivir 5 años feliz que no 80 sin ese sentimiento.

Bien es cierto que algunos autores afirman que la búsqueda de la felicidad de uno mismo puede contribuir a hacer a otras personas infelices, yo no opino de este modo en absoluto. Lo que yo creo, es que son las personas infelices las que contagian a los demás, ojo, estoy hablando del término infeliz, no tristes, la tristeza es otro asunto mucho más serio.

Como conclusión tras reflexionar por caminos un tanto sinuosos, os dejo con un par de vídeos que seguramente os arranquen una sonrisa y esta es una de las señales de la felicidad, no te quepa duda y que no te preocupen las arrugas y recordad, todo en esta vida tiene solución, menos la muerte de modo que se feliz, disfruta la vida, haz felices a todos los que te rodean que la vida es muy corta y es necesario disfrutarla.




4 comentarios:

  1. Ester23:55

    EL BUSCADOR
    Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco esa alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente para quien su vida es una búsqueda.

    Un día un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó Kammir, a lo lejos. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada... Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspaso el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos eran los de un buscador, quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción ... “Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”. Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una lápida, sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar... Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado, también tenía una inscripción, se acercó a leerla decía “Llamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”. El buscador se sintió terrible mente conmocionado. Este hermoso lugar, era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenían
    inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar .
    - No ningún familiar – dijo el buscador - ¿Qué pasa con este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de chicos?.
    El anciano sonrió y dijo: -Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda que fue lo disfrutado..., a la derecha, cuanto tiempo duró ese gozo. ¿ Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?...¿Una semana?, dos?, ¿tres semanas y media?... Y después... la emoción del primer beso, ¿cuánto duró?, ¿El minuto y medio del beso?, ¿Dos días?, ¿Una semana? ... ¿y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? ..., ¿y el casamiento de los amigos...?, ¿y el viaje más deseado...?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano...?¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?... ¿horas?, ¿días?... Así vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.

    ResponderEliminar
  2. ¡Me ha encantado! ¿de quién es esta historia? con tu permiso voy a publicarla como entrada.

    Muy buena!!

    Muchas gracias!!

    ResponderEliminar
  3. Ester9:05

    26 Cuentos para pensar, de Jorge Bucay. Es uno de los cuentos. Te dejo un link con todos ellos www.tsjnay.gob.mx/escuela_judicial/apoyos_cursos/10_junio_2008/26_cuentos_para_pensar.pdf.

    Por supuesto puedes publicarlo como entrada.

    Felicidades por el blog ;-)

    ResponderEliminar
  4. Ester9:08

    http://www.tsjnay.gob.mx/escuela_judicial/apoyos_cursos/10_junio_2008/26_cuentos_para_pensar.pdf

    ResponderEliminar